Entre otros comentarios útiles, Nacho O. escribe para advertirme de que el estudio patrocinado por Cisco que se glosó en este blog hace dos semanas, «carece de rigor académico y sirve como soporte argumental para la venta de routers y switches«. Sinceramente, creo que Cisco no expresaría así sus intenciones, pero tampoco las negaría. La advertencia me ha llevado a rastrear el asunto de fondo, y he descubierto un par de cosas interesantes.
El crecimiento del tráfico de Internet y la consiguiente complejidad que presiona sobre las redes de los operadores y proveedores de servicio, clientes de Cisco, no es un argumento sino un hecho verificable. Otra cosa es que se compartan o no las proyecciones estadísticas en un horizonte de diez años. La consultora Infonetics predice que el mercado de routers y switches crecerá hasta 2017 al ritmo del 8% anual. Como líder que es de ese mercado, Cisco quiere llevarse la parte del león de ese crecimiento, y la compañía ha dicho, al anunciar su nuevo router CRS-X, que «esta es la innovación que necesitamos para elevar la facturación en este segmento hasta 10.000 millones de dólares» , rompiendo la ´barrera histórica` de los 8.000 millones, vigente de facto hasta ahora.
La división responsable del nuevo producto representará este año fiscal – que concluye a finales de julio – en torno al 17% de los ingresos de Cisco. Por otro lado, la línea CRS-X es capaz de manejar diez veces más datos que el primer router CRS, presentado en 2004, y sale al mercado a competir con el router 7950 de Alcatel Lucent, que en su momento fue despreciado verbalmente por los directivos de Cisco pero, según los analistas, podría arrebatarle algún punto de cuota de mercado [Cisco cree, a su vez, que con su nuevo producto podría ganar dos puntos adicionales].
Esto es lo que hay: una batalla por la cuota en el core de las redes de los operadores, en la que también entran rivales como Juniper y Arista, con productos recientes y competitivos. Para Cisco, es una vuelta a sus raíces, no porque las hubiera olvidado sino porque durante un tiempo se distrajo con planes de diversificación [hasta 30 nuevos sectores, en la visión fantástica de John Chambers] ahora abandonado. La venta de Linksys y varias adquisiciones recientes confirman que la compañía retoma su eje tradicional: participar del nuevo ciclo inversor al que los operadores están obligados por el crecimiento de la demanda inducida por la movilidad, el vídeo y lo que ha decidido llamar a su manera ´Internet of everything´. Es respetable que, entre otros instrumentos, recurra a elaborar estudios que respaldan sus iniciativas de marketing. Pienso seguir comentando otros estudios del mismo género que a mi juicio merezcan atención informativa.